Los tengo delante, dos peldaños más arriba, subiendo por las escaleras mecánicas del metro para salir a la Avenida de América. Un adolescente con tupé que lleva un libro en la mano, y un hombre gordo con gafas de pasta.
-El peso de esa palabra densa y oscura te está aplastando contra los cojines del sofá del salón -dice el adolescente.
-¿Pero de qué estás hablando? -contesta el hombre.
-De la postergación.
-¿Cómo?
-Postergación, posposición, procrastinación… Llámalo como quieras, papá, pero ese es tu verdadero problema y tienes que reconocerlo.
-Hostia puta, con el jodío niño de los cojines.