Van subiendo las escaleras a su ritmo, despacio. De qué me sirve viajar, le dice el hombre a su mujer, si después no me acuerdo de un carajo. Ella resopla y calla.
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Van subiendo las escaleras a su ritmo, despacio. De qué me sirve viajar, le dice el hombre a su mujer, si después no me acuerdo de un carajo. Ella resopla y calla.
Publicado por Ana Blé el 1 de diciembre de 2013
https://elgabinetediploide.wordpress.com/2013/12/01/vecinos-del-tercero/
Marqués
/ 2 de diciembre de 2013Si no se acuerda de nada es que no ha viajado, sólo quería coleccionar estampitas y además se ha olvidado la cáamra de fotos. Pero eso no es lo que importa cuando viajamos, o si? Los buenos viajes para mi son los que te hacen algo diferente sin que quizas te des cuenta.
Ana Blé
/ 4 de diciembre de 2013Sí. Los buenos viajes te cambian un poco, es cierto, pero también los malos. Y cualquier cosa que hagamos, en realidad. El mismo hecho de vivir nos va cambiando día a día, nos demos cuenta o no… Uf!